La bonificación de 20 céntimos por litro de la gasolina no tiene por qué quedar registrada en la contabilidad de los autónomos como una subvención. La Administración permite una excepción.
La Administración va a permitir una contabilidad diferente para la bonificación de 20 céntimos por litro de gasolina o diésel de la que disfrutan muchos autónomos, especialmente aquellos que se dedican al sector del transporte. Estos profesionales por cuenta propia deberían declarar esta ayuda como una subvención a la explotación y separar el coste real, del descuento que ofrece el Estado en su cuenta de resultados. Sin embargo, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) -organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital-, ha emitido una consulta en la que permite una excepción con esta ayuda y libera a los autónomos de dejar reflejada esta bonificación en sus libros contables.
Desde finales de marzo, todos los ciudadanos disfrutan de una reducción de 20 céntimos por litro cuando repostan gasolina o diésel. Es una medida que afecta a la contabilidad de los autónomos, ya que al tratarse de una bonificación estatal debería quedar reflejada en sus libros de contabilidad. Dicho de otra forma, habría que dar cuenta del disfrute de esta subvención del Estado en la cuenta de resultados del negocio. Pero la Administración, a través del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) acaba de permitir una excepción en el tratamiento contable de esta medida.
El socio del despacho de abogados Aceta, Carlos Álvarez, explicó que el ICAC ha emitido una consulta en la que aclara el tratamiento contable de la bonificación de 20 céntimos de gasolina o diésel que deben hacer los autónomos. “Lo que viene a aclarar el Instituto es que en circunstancias normales, los trabajadores por cuenta propia deberían establecer como gasto el coste real de la gasolina, y como ingreso el importe subvencionado del Estado. Pero como no es una cantidad significativa, permite que se pueda incluir ese gasto con el descuento del Estado ya hecho” explicó el experto.
Dos formas de contabilizar la bonificación de la gasolina
Según el Boletín Oficial del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (BOICAC) número 129/2022, el trabajador por cuenta propia tiene dos formas de notificar la bonificación de 20 céntimos por litro de gasolina o diésel.
∙ La primera, la modalidad ordinaria.
Esta modalidad es la forma habitual en la que se suelen especificar a nivel contable las subvenciones en la cuenta de resultados de un negocio. A través de ella, se separa el coste real del gasto, de la subvención recibida para minorizarlo.
El experto contable del despacho Aceta, Carlos Álvarez, ejemplificó este proceso: “imagina un autónomo que ha repostado un litro de gasolina. Por él, tendría que haber pagado 2 euros, pero gracias a la bonificación terminó abonando 1,8 euros. Este profesional en su cuenta de resultados debería dejar reflejado, por un lado, el importe del gasto real del combustible. Es decir: 2 euros. Y por otro lado, el ingreso de 20 céntimos de la subvención“.
Se trata de una separación del gasto final en combustible, que debería quedar reflejada en su cuenta de resultados cada vez que repostase.
∙ La segunda modalidad, la excepción permitida
Ahora bien, como el importe subvencionado por el Estado es tan bajo, de apenas 20 céntimos, el ICAC permite una excepción. “Siguiendo el mismo ejemplo anterior, lo que permite el ICAC es que el trabajador por cuenta propia pueda introducir directamente los 1,8 euros del coste de la gasolina como gasto en su cuenta de resultados. Y que, por tanto, no tenga que dejar constancia de esa bonificación estatal de la que se ha beneficiado” dijo Álvarez.
El experto señaló que “de una forma o de otra, el resultado contable va a ser el mismo. La cuestión es el trabajo que se libera al no tener que cuantificar el importe de gasolina total que ha sido subvencionado” destacó el abogado.
Normalmente, se deja constancia de las subvenciones
El tratamiento contable de la bonificación de 20 céntimos por litro de gasolina o diésel es una excepción. Ya que normalmente hay que dejar constancia de este tipo de medidas en la contabilidad de una empresa.
“Hay dos tipos de subvenciones: de capital y de explotación. La primera, es cuando recibes una ayuda para pagar una inversión como, por ejemplo, la compra de maquinaria. Y la segunda, es para reducir el gasto de una actividad. La bonificación de la gasolina sería una subvención que pertenece al segundo tipo” explicó Álvarez.
Las subvenciones de explotación son muy comunes en el sector de la agricultura, se conceden sobre todo para ayudar a reducir los gastos y que los cultivos sigan siendo rentables. “Un ejemplo serían las ayudas de la PAC (Política Agraria Común), que obviamente se contabilizan en la cuenta de resultados” dijo el experto.
De tal manera que, por ejemplo, un agricultor autónomo que tiene un olivar que no es rentable, pero como es necesario el cultivo de aceite, recibe una subvención de la PAC para disminuir los gastos. “Este autónomo tiene un gasto por la poda y riego de estos olivos de 1.000 euros. Y luego tiene un ingreso por la subvención de la PAC de 500 euros, que recordemos tienen el objetivo de ayudar a disminuir los gastos» explicó Álvarez.
«Sin embargo, el ICAC no te deja aquí decir que los gastos por poda y riego son de 500 euros. Y te exige que pongas los 1.000 de gasto y añadas los 500 euros de la subvención, aunque la cuenta de resultados sea la misma” finalizó el experto contable del despacho Aceta, Carlos Álvarez.
La deducción de 20 céntimos por litro de gasolina se mantendrá hasta diciembre
Recientemente, el Gobierno aprobó una batería de medidas para frenar el impacto de la inflación. Entre las iniciativas, también extiende la bonificación al carburante que ha estado vigente hasta la fecha. El Ejecutivo ha decidido ampliar hasta el próximo 31 de diciembre la reducción en 20 céntimos para todos los consumidores que van a tener que soportar las
gasolineras anticipando el dinero que luego les será devuelto.
Sin embargo, las organizaciones echan en falta medidas específicas para los profesionales del transporte. Son necesarias ayudas que » sirvan realmente para ahorrar costes de carburante. Ahora mismo, un transportista llega a pagar más de 1.000 euros para hacer una ruta», explicaba el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor.
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Fuente: autónomos&emprendedor.es